San Roque nació a mediados del 1300 en
Montpellier, Francia.Hijo único y tardío
de una familia devota y pudiente e hijo
del Gobernador de la ciudad, quedó
huérfano a los 20 años. Al perder a sus
padres vendió todas sus posesiones y deci-
dió peregrinar a Roma.
Al comenzar su peregrinación se desató
en Europa la peste negra que mató a 1/3
de la población europea. A partir de ese
momento San Roque, quien siempre había
tenido devoción por los pobres y por los
enfermos, probablemente contando con
algún conocimiento de medicina, ayudaba a
los enfermos ya que en su ciudad natal se
encontraba la una de las Facultades de
Medicina más prestigiosa de Europa.
Comenzó a atender a los enfermos que ha-
bían contraido la enfermedad. y más tarde
Dios en su infinita Misericordia, tenía otro
plan para el bueno de Roque.
Entonces apareció un perrito que le llevaba
a diario una rosquilla de pan, en aquella época
el pan se hacía con èsta forma.
El perro lamía las úlceras que la enfermedad
había dejado en su cuerpo. El pequeño can
pertenecía a Gottardo Pallastrelli, un
acomodado hombre que vió cómo su mascota
tomaba una rosquilla de la mesa y salía
de la casa. Decidió seguirlo. El buén hombre
al ver a San Roque y lo que su mascota hacía
con él, decidió traerlo a su casa, Ambos cui-
daron de San Roque, mientras que este último
lo instruía en el Evangelio. San Roque sanó y
el Sr, Pallastrelli decidió peregrinar a Roma
como había hecho San Roque que hoy día este
santo junto a San Sebastián el abogado de las
epidemias en especial la peste, y junto a San
Antonio Abad el patrón de los animales, sobre-
todo los perros. Su culto es muy extendido en
sudamerica, lo encomiendan cuando las masco-
tas enferman o se pierden.
bían contraido la enfermedad. y más tarde
Dios en su infinita Misericordia, tenía otro
plan para el bueno de Roque.
Entonces apareció un perrito que le llevaba
a diario una rosquilla de pan, en aquella época
el pan se hacía con èsta forma.
El perro lamía las úlceras que la enfermedad
había dejado en su cuerpo. El pequeño can
pertenecía a Gottardo Pallastrelli, un
acomodado hombre que vió cómo su mascota
tomaba una rosquilla de la mesa y salía
de la casa. Decidió seguirlo. El buén hombre
al ver a San Roque y lo que su mascota hacía
con él, decidió traerlo a su casa, Ambos cui-
daron de San Roque, mientras que este último
lo instruía en el Evangelio. San Roque sanó y
el Sr, Pallastrelli decidió peregrinar a Roma
como había hecho San Roque que hoy día este
santo junto a San Sebastián el abogado de las
epidemias en especial la peste, y junto a San
Antonio Abad el patrón de los animales, sobre-
todo los perros. Su culto es muy extendido en
sudamerica, lo encomiendan cuando las masco-
tas enferman o se pierden.