Son amigos de los niños y nunca los olvidarán. Una vez crecidos que se marchan de casa para estudiar los esperan y cuando regresan son los primeros en recibirlos. Este cartel que resa : Mi perro es mi familia en manos de una niña es un ejemplo de como las mascotas son integradas en la vida familiar y los niños son los verdaderos beneficiarios de este amor incondicional.
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